Los Valles de Miera, Pas y Pisueña, forman esta comarca cántabra, donde se pone de manifiesto su cultura, la manera de vivir durante silos y los hermosos paisajes, con la ganadería trashumante. Sus tranquilos habitantes, de arraigadas costumbres, verdes paisajes y praderas extensas invocan épocas pasadas.
Las edificaciones tradicionales de estos valles son austeras y simples, sin lujos. Tienen dos plantas, siendo la baja usada como cuadra y la de arriba con dos estancias, una para dormir y otra para cocinar.
En la Ermita de San Antonio de Vega de Pas, se encuentra el Museo etnográfico de las Villas Pasiegas, donde podrás visitar una réplica de una cabaña pasiega tradicional, con toda clase de herramientas tradicionales de estas viviendas, cedidas por los pobladores de la comarca.
Una de las edificaciones más destacadas del patrimonio pasiego, es la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda, declarada como Bien de interés cultural. El comienzo de la construcción se encuadra en el siglo XII, pero posteriormente se han realizado ampliaciones. En el Camino de Santiago fue un refugio para los peregrinos, y en ella se guarda el sepulcro del abad de Casteñeda, el Munio González.
También se engloba en el patrimonio de la zona el Palacio de Elsedo en Pánames de estilo barroco, en la actualidad es el Museo de arte Contemporáneo, el Barrio de Rubalcaba (Liérganes) donde contemplarás una casona con un singular balcón apuntado, el Palacio de la Rañada, el Puente Mayor sobre el Miera cercano a un molino y la Casa de los Cañones.
El próximo otoño no te olvides de los Valles Pasiegos de Cantabria, cuando van siendo invadidos por los tonos rojizos, amarillentos y anaranjados, mostrando un aspecto para disfrutar de la naturaleza, meditar y respirar aire puro.