La psicología inversa en los niños es una de las técnicas que podrás utilizar para tratar de educarlos de la mejor forma posible. De esta manera, lo que se intenta es conseguir que los niños hagan aquello que nosotros queremos de una manera diferente porque los niños harán lo contrario a lo que le pedimos.
Para los niños las prohibiciones son algo parecido como una invitación a hacer las cosas, es decir, que, cuando se les prohíbe hace algo, el hecho de hacerlo se convierte en una necesidad imperiosa de hacerlo y eso hace que desobedezcan. Por eso la psicología inversa.
Ahora bien, no siempre va a dar resultado, menos si la utilizas de forma habitual. Para los niños has de usarla solo de vez en cuando y sutilmente. Por ejemplo, si no quieres que toque en tu bolso sabes que, si le dices eso, va a tocarlo, pero, ¿y si no le dijeras eso? ¿Y si no te importara que mirara en tu bolso? En ese caso con decirle, “no me importa” o puedes mirarlo si quieres, el reto, el hecho de estar cometiendo una actividad que tenía prohibida ya no tiene el mismo efecto y eso hace que no les parezca útil hacerlo, así que se olvidan (quizás al principio no pero sí en adelante).
Si quieres usar la psicología inversa procura no abusar de ella porque puedes generar conflictos a los niños y hacer que no entiendan cuándo algo está bien y cuándo no.
La verdad que los niños son nuestra vida, la mayor parte de nuestro tiempo nos lo comíamos a besos, pero hay ocasiones en los que la edad empieza a avanzar y la mayoría se vuelven «revoltosos», es por eso que para la educación de estos niños existen técnicas como por ejemplo la que hablan ustedes en este blog.
La Psicología inversa funciona muy bien en todos los niños, llevarlos por el camino que tu quieres de forma psicológica es algo fundamental en la educación de los niños y te lo dice una experta en psicología infantil a la cual acuden semanalmente varias madres para pedir consejos para la educación de sus hijos.
Muchas gracias por dar este tipo de consejos, me encanta el contenido que publican en este blog es de gran ayuda
Un cordial saludo.
Ana García Espinosa.