En verano, estamos de vacaciones, y lo general, es comer de forma habitual en restaurantes o de tapas. A pesar de que cada vez son más las personas que optan por ir al supermercado para ahorrar preparando bocadillos y tuppers para ir a la piscina, lo cierto es que ir al restaurante sigue siendo una tendencia muy extendida, ¿y es que quién puede resistirse a una noche de tapas o a un menú completo cuando se está de vacaciones?
Hay pequeñas costumbres que se pueden modificar y que permiten disfrutar comiendo en restaurantes, pero mirando también el bolsillo. ¿quieres conocer algunas de las más sencillas de hacer?
- No ir con demasiada hambre. Parece una contrariedad, pero lo cierto es que ir con hambre hace que no se comparen precios ni menús, ni cantidades, y claro, el bolsillo se puede resentir.
- Comparar precios. Antes de comprar se deben comprar precios y condiciones, y es que si se mira un poco, se puede descubrir que hay locales que, por ejemplo, al tomar una caña regalan la tapa, o que ofrecen más por el mismo dinero.
- Aprovechar descuentos online. Páginas y appps como Menús.es ofrecen descuentos y promociones especiales en determinados restaurantes, por ello, son una buena opción, desaprovechar estos descuentos es desaprovechar interesantes ahorrros.
- Menús de degustación. La mejor, y más barata, forma de disfrutar de lo mejor de un restaurante de optar por un menú de degustación, además, muchos son para dos personas.
¿Nos recomiendas algún restaurante que hayas descubierto este verano?