Eran las 20.41 de la tarde del 24 de julio, en las proximidades de Santiago de Compostela, muchos gallegos y extranjeros se preparaban para celebrar el día de su Comunidad Autónoma cuando un trágico accidente truncó los planes de muchos gallegos… Un tren de Alvia, que cubría el recorrido entre Madrid y El Ferrol sufría un descarrilamiento: con la consiguiente colisión de los 13 vagones que arrastraba la locomotora.
En primera instancia, fueron los vecinos con casas cercanas al lugar del siniestro lo que se acercaban a socorrer a las víctimas atrapadas en los vagones, y a tapar a las víctimas mortales, que se encontraban sobre todo en los últimos vagones. Mantas, agua, e incluso transporte fueron ofrecidas, de forma completamente desinteresada, por las personas que vivían en los alrededores, y que se encargaron de ayudar hasta que las fuerzas de seguridad y urgencias locales se acercaron hasta el lugar de los hechos
En una primera estimación, se calculó que el número de muertos era de 27, pero a meedida que se iban conociendo más datos sobre el suceso, el número de vidas que se habían perdido en el siniestro aumentaba, a última hora del 24 de julio, la cifra oficial era de 35 víctimas mortales, de un total de 218 pasajeros, pero aun quedaba mucho por hacer, tanto para rescatar a posibles heridos, como para encontrar a personas fallecidas.
Hoy aun hay muchas preguntas sin responder, pero ya se sabe que hasta el momento son 80 las víctimas que se ha cobrado este terrible accidente, y el número de heridos es de 168, de entre los que hay 35 en estado critico, 4 de ellos niños.
Aunque aun no se han confirmado las causas, se apunta a un fatídica combinación de distintos hechos como la causa más probable de este accidente que cambiará la jornada del 25 de julio, haciendo que ya no sea solo el día de la Comunidad de Galicia, sino también en día del accidente.
