Las rutinas ya se sabe que son excelentes en los niños en todos los campos, lo malo es que no siempre podemos cumplir rutinas en todos y cada una de las actividades diarias de nuestros hijos.
Y con demasiada frecuencia nos relajamos demasiado en algunas rutinas y a veces esto se hace repetitivo y al final termina por convertirse en costumbre.
Si permitimos que los niños nos toreen a la hora de irse a la cama y dejamos que se acuesten más tarde deberiamos ser conscientes de que ese mal habito puede repercutir negativamente y crearles problemas en matemáticas, lectura y conciencia espacial. Los expertos afirman que la falta de sueño puede alterar los ritmos naturales y afectar como el cerebro procesa la información nueva.
Además cuando no se respeta un horario no se suele acompañar de la lectura del cuento previo a dormir y suelen ver mas la tele.
Hay que procurar restablecer un horario y rutina, nunca es tarde para volver a las buenas costumbres.