Hace poco nos enterábamos de que los diseñadores de la firma Dolce&Gabbana habían sido condenados a 1 año y 8 meses de cárcel por evasión fiscal. Ahora, el líder mundial del lujo, el grupo francés LVMH, podría tener que afrontar una sanción económica de 8 millones de euros (que seguramente para ellos no signifiquen prácticamente nada), impuesta por la comisión de sanciones de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia, por haber actuado en secreto durante años para hacerse con el control del grupo Hermès.
La AMF informó el lunes en un comunicado de que la comisión tomó su decisión el pasado 25 de junio. En otro comunicado, el conglomerado de lujo que preside Bernard Arnault «rechazó firmemente» la sanción e informó de su intención de apelarla de inmediato.
También aseguró que se apoya en «un análisis totalmente erróneo de los hechos» y en argumentos «muy débiles» desde el punto de vista jurídico. La comisión reprocha al grupo en particular el no haber cumplido con su obligación de informar «con ocasión de la publicación de sus cuentas consolidadas de los ejercicios 2008 y 2009», indicó. Tiempos convulsos para el mundo del lujo.