Ahora que los niños están de vacaciones, y que el calor aprieta, es habitual que, durante los fines de semana, se intente ir a la playa para pasar un rato agradable. Los niños, sobre todo, les encanta jugar a la orilla del mar pero no quiere decir que tú no puedas jugar con ellos, de hecho deberías, porque así fomentas el vínculo contigo y se desarrolla mucho mejor. ¿Quieres saber cómo?
Uno de los juegos que puedes tener con tu hijo o hija es el de apretar una bote de crema, del que puede salir o no crema, también lo puedes llevar de agua, por ejemplo, de tal manera que puedas desarrollar su motricidad. Así mismo una pelota pequeña, la funda de las gafas, etc. Lo importante es encontrar tamaños y texturas diferentes para que las palpe.
Otro juego que les fascina, sobre todo si hay aire, es ver cómo vuelan las cosas. Si puedes, coge una cometa y hazla volar. Si no, tu pareo puede ser lo mejor porque con ponerlo en la sombrilla volará y así lo verá moverse y será mágico para él.
Prueba a jugar a los castillos de arena con tu hijo y, si puede ser, llévate un colador de casa y esconde algo debajo. Tu hijo ha de adivinar lo que hay sin levantarlo, solo mirando por los agujeritos. Además, le servirá muy bien para colar la arena o el agua, u otras cosas que caigan y verá lo que pasa con cosas sólidas grandes y pequeñas.
¿Se te ocurren más juegos con los que divertir a tu hijo y sacar provecho de un día de playa?