Siguiendo con los distintos roles que puedes encontrarte en tu hijo con respecto a sus compañeros de clase, otro de ellos es el rol solitario, una persona que está fuera del grupo y que no comparte nada, ni lo bueno ni lo malo. Tampoco su maestra o maestro parece que le interese y se desvincula de los compañeros, no se sabe si es porque es muy sensible a lo malo que puedan decirle o porque sus capacidades intelectuales no son las mismas que las de sus compañeros (porque tenga algún retraso o porque sea superdotado).
Lo mejor en estos casos para tratarlo es intentar saber qué pasa en clase, si se burlan de él o no, si es que se aburre, etc. No quiere con esto decir que vayas a defenderlo tú como madre; cada uno ha de librar sus propias batallas, pero un poco de aliento y algunas frases que le hagan ser más seguro y pensar que no tiene por qué estar solo, pueden hacer la diferencia en este caso y conseguir que se integre mucho mejor en el grupo.
Este tipo de niños necesitan ganar seguridad en sí mismos, no potenciarla por parte de sus padres porque entonces no sabrá después, cuando sea mayor, defenderse o tratar a las personas y acabará escondiéndose de ellas.
Un paseo al parque, o hacer que se integre en grupos de niños, puede ser lo mejor en estos casos para que vaya perdiendo el miedo y, al mismo tiempo, también conseguir saber el motivo por el que es solitario con el resto de la clase, sobre todo si en casa no lo es.