La depilación es una obligación, por motivos de estética, pero sobre todo de higiene la eliminación del vello es un proceso que se realiza desde tiempos inmemoriales. Hay muchas formas de depilarse, pero ¿Cuál es la más efectiva? ¿Y la más práctica? Hoy hablamos sobre una de las más prácticas en cuestión de tiempo.
Rasurar, o lo que es lo mismo, cortar el vello dejándolo al nivel de la piel y sin eliminar las raíces:
Ventajas:
- Es un sistema en el que se tardan a penas unos minutos, ya que simplemente hay que pasar la hojilla o maquinilla por la zona a depilar.
- En la actualidad, hay maquinas depilatorias que disponen de un sistema de rasurado, minimizando los cortes y otras molestias habituales de las hojillas.
- Es indoloro, salvo que se realice con la piel sin limpiar (puede producir pequeños quistes).
- Es un sistema barato, una hojilla femenina cuesta unos 2€ y las máquinas de rasurar de marcas conocidas se pueden comprar desde 12€.
Desventajas:
- Es un tipo de depilación que dura muy poco tiempo, de hecho para mantenerse depilada hay que pasar la maquinilla, como mucho, cada dos días.
- Puede producir heridas, cortes y pequeños quistes.
- Con el tiempo, el vello puede crecer más fuerte y puede aumentar la cantidad.
- En algunas zonas del cuerpo, aunque se pase a diario, siempre queda una pequeña sombra de vello.
Recomendado para:
- Cuando hay que depilarse de forma urgente.
- Casos muy puntuales de determinadas zonas (dedos de los pies)
Aunque rasurar el vello es un sistema de depilación muy rápido, las desventajas de su uso prolongado son muchas.