Lo más normal es que todos los niños duerman algo de siesta ya sean sólo 15 minutos o bien un par de horas porque así su cuerpo se relaja, descansa e incluso se desarrollan mucho más. También le ayuda a reposar la comida y a recargar las pilas para volver a jugar y estar activo hasta la hora de acostarse. Sin embargo hay algunos niños a los que no les gusta dormir la siesta y queremos proponerte algunas actividades con las cuales hacerle pasar el tiempo mucho más rápido.
Ten en cuenta que no debes reñirle ni tampoco castigarlo y sobre todo no debes agobiarte. Algunos juegos que puedes utilizar para que no esté de acá para allá son:
Masajes. Puedes dárselos en la cama diciéndole también los nombres de las partes que vas acariciando para que los vaya conociendo sobre todo si son pequeños.
Música tranquila y relajante. Lo más seguro es que el niño entienda que por música lo que quieres hacer es dormirlo pero si coges al pequeño en brazos y empiezas a bailar con él seguro que le gusta y quizás eso hará que se duerma también.
Los juegos de siempre como el pinto pinto, palmas palmitas, y juegos relacionados con estos serían ideales para la hora de la siesta sin dormir porque aunque son juegos mucho más tranquilos y permiten tanto al pequeño como a la madre o el padre pasar un rato divertido y compartir momentos juntos.
Fotos. A los niños les gusta mucho verse en las fotos e incluso se quedarán sorprendidos cuando les enseñas una foto de él más pequeños porque no se reconocen en ella. Por eso uno de los juegos que puedes tener en el rato de la siesta es enseñarle un álbum de fotos de la familia.
Cuentos. Los cuentos no son sólo para la noche ni solo para dormir sino que también pueden formar parte de la hora de la siesta.
