Cuando damos a luz y tenemos a nuestro bebé en brazos no sólo sentimos muchísima alegría sino también una gran responsabilidad pues tenemos la tarea de conseguir que aquel esté en las mejores condiciones posibles y cuente con los mejores cuidados. Entre estos últimos se encuentra, por ejemplo, el lograr que el ombligo sane y esté en el mejor estado.
En concreto, para poder cuidar el citado ombligo, que se desprenderá de parte del cordón umbilical en un plazo aproximado de diez días, de la forma más adecuada se hace necesario que se sigan los siguientes pasos:
- Debes lavarte bien las manos para poder tocar el citado cordón.
- Acto seguido hay que retirar la gasa que tapa aquel.
- Coger una gasa limpia y humedecerla con un antiséptico como el alcohol del 70º. Aquella la utilizarás para, mediante suaves toques, limpiar la zona que nos ocupa así como los alrededores de la misma.
- Después debes hacerte con otra gasa limpia para poder secar convenientemente aquella.
- Una nueva gasa humedecida en alcohol será la que utilices después para enrollar el cordón en ella y luego después colocarle el pañal al bebé.
Estos son los pasos principales que debes seguir a la hora de curar el ombligo de tu hijo y los debes llevar a cabo unas tres o cuatro veces al día, especialmente siempre que se moje por orina o por heces.
Siguiendo aquellos conseguirás que el ombligo quede en perfecto estado. No obstante, es importante que cada vez que lo cures veas la evolución pues hay ocasiones en las que será necesario acudir al médico: cuando sangre, cuando tarde en desprenderse del cordón, cuando huela mal o cuando se presente con un bultito. En estos casos el profesional sanitario establecerá el tratamiento a seguir.