El autismo o espectro autista es el conjunto de alteraciones en las relaciones sociales y que ademas presenta patrones repetitivos de actividad y tendencia a la rutina, (muy similar al TGD) y que también puede variar mucho en el grado y forma en que afecta al individuo. Es un trastorno que perdura toda la vida, no es una incapacidad de comunicación, es una dificultad, tienen sus emociones, sentimientos y necesidades pero se trata de personas con unas características especiales y por ello necesitan un apoyo para poder desarrollarse como persona dentro de sus características.
Hay pistas que podemos observar en los niños
Entre 18 y 36 meses: Parece que no oye porque no atiende las llamadas, no alza los brazos reclamando que le cojan, no busca la mirada de los adultos ni señala con el dedo, no sonríe ni se alegra al vernos, no juega con juguetes ni dice adiós.
A partir de 36 meses: No busca la compañía de los de sus edad, tiene movimientos repetitivos, no imita y evita el contacto, no habla y esta como en su mundo.
Son señales inequívocas y que precisan intervención por parte de un especialista si:
- No balbucea o no gesticula ni intereractua con 12 meses
- No dice palabras sueltas con 16 meses
- No dice frases completas con 24 meses
- Cualquier perdida de alguna habilidad ya adquirida
Una intervención temprana en un entorno educativo apropiado puede suponer mejoras significativas para su desarrollo, una intervención enfocada al desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.