Según un estudio del hospital de Massachusetts de Boston de hace unos cuantos años, la época del año en la que nacen los niños es muy importante para determinar si el pequeño va a tener más o menos alergias por nacimiento.
El estudio revela que los niños nacidos en otoño e invierno tienen más alergias alimentarias que los que nacen en primavera y verano y la causa suele estar en el hecho de que, como en invierno y otoño la luz del sol es menor y hay un nivel de vitaminas de más bajo, es decir una menor exposición al sol, hace que, a la hora de activar el sistema inmunológico, éste vaya mucho menos desarrollado en estos niños causando la llamada intolerancia alimentaria.
Ahora bien ésto no es de preocupar por que durante los cinco primeros años de vida el bebé desarrolla completa y totalmente el sistema inmunológico y supera toda intolerancia o alergia salvo algunos casos que pueden hacer que la intolerancia o alergia sea para siempre.
En este caso lo que podrías hacer para intentar ayudar a tu bebé en el caso de que nazca en otoño e invierno es, los días en que haya más sol, abrigarte y dejar que te dé el sol cuando éste caliente, al menos un poquito para que tu cuerpo asimile la vitamina D y el bebé también la reciba a través de ti.
