Como estamos seguros, ya sabes que los niños prematuros suelen desarrollarse mucho más cuando los padres están cerca y les permiten el contacto o están cuerpo a cuerpo trasmitiendo su calor corporal y también los sonidos que desde pequeño podía oír como por ejemplo el corazón de la madre.
Sin embargo no ya sólo para los niños que nacen con bajo peso, que son prematuros sino que, en general, todos los recién nacidos tienen multitud de ventajas cuando hay un contacto más directo, piel con piel, con los padres.
Para el bebé los beneficios comienzan con una estabilización de la respiración y frecuencia cardiaca así como un aumento de la oxitocina, la sensación de bienestar, bajando además las hormonas en la sangre.
También los bebés ganan más peso y necesitan menos oxígeno porque regulan antes la temperatura y tienen menos episodios de interrupciones en la respiración.
Hay también una mayor estimulación táctil, visual, auditiva y olfativas favoreciendo el desarrollo del cerebro.
En cuanto los beneficios para los padres, el contacto con el recién nacido hace que se segregue oxitocina y, en el caso de la mujer, reduce la hemorragia posparto favoreciendo la expulsión de la placenta y la producción de leche en el momento en que se está en el paritorio. También disminuye la ansiedad cuando el bebé es prematuro y adquieren más confianza y hay menos posibilidades de tener una depresión posparto.