Cualquier madre o padre que acaba de tener a su primer hijo seguro que tiene una enorme cantidad de dudas respecto a su cuidado así como también de miedos. Por eso es fundamental que sepan algunos de los consejos básicos que existen para conseguir que el niño o niña estén en perfectas condiciones y para que los padres también estén tranquilos.
El primero de esos consejos es que no deben dudar en pedir ayuda si la necesitan. Es una nueva etapa vital y hay que adaptarse a ella por lo que al principio va a costar. Así que no hay que preocuparse por pedir a familiares o amigos que les echen una mano.
No menos importante es evitar, que para que se pueda producir dicha adaptación de una forma cómoda y sencilla, las numerosas visitas. Si hay confianza con quienes quieren ver a la pequeña lo aconsejable es que se les vaya diciendo los mejores momentos para hacerlo para evitar que se forme mucho jaleo en el hogar.
Vital también es que toda madre se dedique a dormir cuando su pequeño lo haga. Es importante que ella descanse para poder estar perfecta y así cuidar a su pequeño. Por eso, hay que evitar aprovechar que aquel duerme para realizar tareas del hogar.
No obsesionarse con perder el peso que se ha ganado durante el embarazo, sentar al bebé y balancearlo para que se calme pues ese movimiento era el que tenía en el interior de la madre, o curarle el ombligo tres veces al día son otras de las recomendaciones que debe seguir toda madre primeriza en las semanas iniciales después del parto.
