¡De qué forma ha entrado el otoño! Ya comienzan a nublarse los días y a refrescarse mucho más las noches, por lo que muy pronto tendremos que dejar de ir a la playa para tomar el sol y darnos un buen chapuzón que nos quite el calor, ¡porque no nos hará falta! Aún así, a muchas de nosotras nos encantaría seguir manteniendo ese bronceado que tanto nos ha costado conseguir, por lo que seguramente estemos pensando en los conocidos rayos UVA… ¡Pero ojo! No es oro todo lo que reluce.
Que sí, es cierto, en los centros de bronceado artificial conseguiremos broncearnos o mantener nuestro bronceado de forma rápida y muy cómoda, pudiéndonos desnudar totalmente para evitar esas molestas marcas de los bañadores. De hecho, seguramente pienses en que son ideales para asistir a cualquier evento y vernos más guapas, ¿verdad? Sin embargo, también deberías saber todos los riesgos que las cabinas de rayos UVA tienen.
- Las cabinas de hoy en día eliminan las radiaciones ultravioletas de tipo B, es decir, las más nocivas, dejando pasar solamente a las del tipo A, ¡es cierto! Pero éstas tampoco son tan saludables, ya que afectan a las fibras elásticas de nuestra piel produciendo un envejecimiento prematuro.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado a las máquinas de bronceado artificial como probablemente cancerígenas, citando que son más peligrosas incluso que exponerse al sol, por lo que recomienda evitarlas.
- Por otro lado, si tienes una piel muy clara (tipo 1 ó 2), con muchos lunares, pecas o manchitas en la piel, no es para nada aconsejable que recurras a ellas, ya que tienes mayor riesgo de cáncer. Además de ello, si estás embarazada o sospechas que puedas estarlo también debes tener mucho, mucho, mucho cuidado.
- Las personas que estén tomando medicamentos fotosensibles (antidepresivos, antibióticos, etc) NO pueden tomar rayos UVA.
- ¡Ojo también con el tiempo! Nunca te pases del límite de una sesión, ya que ésta no te hará conseguir un mejor bronceado, todo lo contrario. Es probable que sufras quemaduras y tengas un mayor riesgo de cáncer.
- ¡Y no olvides proteger tus ojos! El sol también nos puede causar daños en la retina y cataratas.