Todos los bebés duermen cuando están dentro del útero de la madre y aunque ya haya nacido, ellos no saben ni respetan el horario de mañana, tarde y noche que los adultos podemos respetar con respecto a la luz del sol.
Por este motivo cuando nacen los niños no tienen marcado el ritmo de dormir o de estar despiertos. Esto también se debe a que la secreción de melatonina, que es una hormona que induce el sueño, es muy baja y continua y no actúa de la misma manera que con los adultos (en los adultos aparece de noche y desaparece de día).
Hasta que no cumplen las cuatro u ocho semanas no se logra tener un adecuado ritmo y consciencia de cuando es de día y cuando es de noche pero para ayudarle a que lo modifique y entienda el ritmo de dormir y de estar despierto lo que puedes hacer por el día es exponerlo el mayor tiempo posible a la luz natural procurando que a última hora del día reciba menos luz. También es bueno realizar las rutinas y cuidados a la misma hora dándole un baño relajante a última hora de la tarde.
Por la noche procura que las tomas nocturnas sean tranquilas con la mínima luz posible pero no le des el pecho nada más despertar para evitar que asocie el hecho de despertarse con la comida.
De esta manera ayudarás a tu bebé a marcar un ritmo adecuado de sueño de día y noche.