Ya sabes que una madre o un padre primerizo, o aunque tengas ya más niños y ahora entre uno pequeño lo más seguro es que quieras para todos ellos que sean felices en el futuro y que lleguen a ser grandes personas en la sociedad y en el mundo entero.
Para conseguir eso hay que educar desde su más tierna infancia y para ello hay algunas formas que pueden ayudar a educar para que los niños sean felices y, en el futuro, cuando ellos sean adultos, sean buenas personas.
Para conseguir esto una de las formas que tienen es el propio juego. Algo tan sencillo como enseñar a reír a los niños y el enseñar a divertirse, a desarrollar capacidades, a relacionarse con otros, o a aprender jugando es, hoy día, una de las cosas que muy pocos padres y madres hace.
También te habrás dado cuenta que cada vez menos damos alabanzas a nuestros hijos con lo bueno que hacen sino que sólo nos fijamos en lo malo y siempre les estamos regañando por eso malo pero no nos damos cuenta de lo bueno. Si elogias a tu hijo con lo bueno que hace lograrás, no sólo el hecho de que se sienta bien consigo mismo, sino también que crezca su autoestima porque no se sentirá una carga.
Enseñarles a enfocar un problema desde otro ángulo para que vean que no es tan grave es otra de las funciones que, como padres, debes de inculcar a tus hijos. Hay que intentar enseñarles que cuando una puerta se cierra hay muchas que se pueden abrir y que un problema puede tener una solución o puede tener cientos de ellas.
A los niños se les llega a conocer muy bien porque se pasan mucho tiempo con ellos así que también es posible que sepas cuándo va a tener una rabieta. Si es así, ¿por qué no prevenirlas? Puedes adelantarte al caos inminente bien cambiando de ambiente o haciendo que su atención vaya hacia otro problema o situación.
