La primavera se trata para la mayoría de las personas de una de las mejores épocas del año: comienza el buen tiempo, los parques se ven llenos de flores, los días son más largos… Sin embargo, para aquellos que padecen de alergia al polen, la primavera pasa de ser una temporada codiciada y amada a una temporada temida e incluso odiada.
Si tú eres una de esas víctimas de esta compañera de viaje a veces tan desagradable como lo es la alergia, toma nota de estos consejos:
- Utiliza gafas de sol: se trata de una buena medida para proteger la conjuntiva ocular. Los ojos también son uno de órganos más afectados por el polen.
- Duerme con las ventanas cerradas: durante el periodo nocturno es donde mayor concentración de polen se ha encontrado por lo que es recomendable mantener las ventanas cerradas durante estas horas.
- Extreme la higiene de manos y cara: emplea agua fresca para limpiar estas zonas. También es recomendable limpiar frecuentemente la nariz y los ojos.
- Utiliza aire acondicionado con filtros: los filtros para el polen y los purificadores del aire ayudan a que este no penetre en el interior de la casa.
- Evite colgar la ropa en la calle: de esta manera las partículas de polen no quedarán adheridas a la ropa y se evitará una inhalación posterior.
- Rehúya de las zonas vacacionales cerca de ríos y sierras: las zonas playeras son un destino mucho más aconsejable para aquellos que poseen alergia al polen.
- Mantente informada: consulta sobre la temporada y los lugares en los que existe una mayor concentración de polen con el fin de evitarlos. Actualmente existen aplicaciones que ofrecen esta información.