Como sabrás, hay muchos ejercicios específicos para tonificar distintas partes de nuestro cuerpo. Los hay para la zona pélvica, para las nalgas, para los brazos, para las piernas, para los muslos y, por supuesto, también para los muslos internos.
Si tienes puesta una rutina para hacer ejercicio todos los días, es posible que realices una ronda de ejercicios que permitan a tu cuerpo sentirse en forma en todos los sentidos. Si no, andar o nadar son dos de las actividades que más recomiendan los médicos porque mueves todo el cuerpo y consigues que se tonifique mucho más. Pero es cierto que los muslos son una zona muy difícil de tonificar, más aún los muslos internos, y para mantenerlos delgados hay que trabajarlos mucho.
Por eso hoy queremos dejarte una serie de ejercicios que podrías hacer a cualquier hora del día como complemento del ejercicio físico que hagas, con el objetivo de conseguir lo que quieres: unos muslos preciosos tanto por dentro como por fuera. ¿Estás dispuesta a sacrificar unos minutos de tu tiempo para verte mejor y, sobre todo, saludable? Pues toma nota.
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Levanta las piernas. Túmbate sobre el costado derecho y mantén la espalda recta. Apoya el codo derecho en el suelo y sostén tu cabeza. Ahora, levanta la pierna izquierda todo lo que puedas. Mantenla en esa posición. Después, baja la pierna poco a poco al suelo y repite 10 veces esta acción. Una vez hecho, cambia la postura para que sea la derecha la que suba y baje otras 10 veces.
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Sentadillas. No son las típicas sentadillas sino que tienes que separar las piernas al ancho de tus hombros y flexionar las rodillas. Lleva la cadera atrás y baja hasta que veas que los muslos quedan paralelos en el suelo. Ahora levántate lentamente y repite 10 veces. Este ejercicio puede costarte mucho si no estás acostumbrada o si tienes mucho peso así que cuidado con él. Si no has hecho ejercicio físico en una temporada, lo mejor es que no lo uses al principio.
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Abdominales. Tumbada boca arriba, estira las piernas. Pon los brazos detrás de la cabeza flexionados. Ahora eleva el tronco al tiempo que también levantas una pierna, con la rodilla flexionada, y llevas el codo contrario a la rodilla que has levantado. Digamos que, si levantas la pierna derecha, deberías tocar la rodilla derecha con el codo izquierdo. Hazlo 10 veces por cada pierna alternando una y otra.
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Zancadas. Ponte de pie con la espalda recta. Sitúa los brazos a los lados del cuerpo y da un paso hacia delante con una pierna. Dobla lentamente la rodilla hasta que la otra pierna toque el suelo. Ahora recupera la posición inicial y haz lo mismo con la otra pierna. Este ejercicio reduce el volumen de los muslos además de reafirmar los glúteos por lo que tendrás un gran ejercicio en tus manos.
Dedicar unos minutos al ejercicio físico y a conseguir tu objetivo puede ser la solución a esos muslos internos caídos y también a subir tu autoestima. ¿No crees que merece la pena?