Si has sido madre seguro que te suena la oxitocina, esa hormona que se suele inyectar para ayudar al parto, pero lo que seguro que no te suena es que se pueda usar en niños para otra patología.
Un estudio que publica Procedings of the National Academy of Science (PNAS), dice que en los niños con autismo de alto funcionamiento aplicando una dosis de oxitocina su función cerebral mejora, parece ser que esta hormona que produce el hipotálamo también esta implicada en el establecimiento de los lazos sociales.
Es un primer estudio y tan solo han participado 17 niños y además hecho en laboratorio, aplicando sprays nasales de oxitocina, pero ha sido suficiente para que muchos padres pidan ya a sus psiquiatras que les administren a sus hijos oxitocina con la esperanza de mejorar las relaciones sociales de sus hijos.
Para algunos investigadores, no esta muy claro este beneficio, un uso a largo plazo podría provocar cambios en el cerebro a largo plazo, incluso podría llevar al cerebro a producir menos oxitocina propia, convirtiendo en un arma de doble filo ya podría promover vínculos con la familia o podría provocar comportamientos hostiles hacia los extraños dependiendo del entorno y contexto.
Sin embargo otros investigadores creen que esta justificado su uso ya que no existe otra cosa y este podría ser el primer fármaco que ayudara a este tipo de personas, esto es lo que dice Geraldine Dawson, psicóloga clínica infantil y del desarrollo de Autism Speaks, una organización fundada en 2005 por los abuelos de un niño con autismo, que ha financiado algunos de los primeros estudios pilotos sobre la controvertida hormona.